Descubre los antiguos corrales del ganado y una de las fuentes más importantes del municipio.
Con la llegada de los cristianos nuevos, en la primera mitad del siglo XVII, se construyeron edificaciones destinadas exclusivamente al resguardo de la manada que se situaron en las zonas próximas al pueblo que todavía restaban sin urbanizar, así nos lo indica padrón señorial de 1668. Algunos de estos corrales eran los dispuestos en la calle Ravalet, en la calle Moreral o en la calle Mayor. Los siglos XIX y XX son más prolíficos en la construcción de corrales de manadas, ahora cada vez más alejados del casco urbano, sobre todo en zonas de montaña. En 1819 sabemos de la existencia del corral de Salvador Roselló situado junto a la fuente de la Pila, mientras que hacia 1899-1900 Llorenç Caballero, más conocido como Milhores, compró la montaña en la cual construyó el acutal corral que lleva su nombre.
En 1884, Salvador Sastre Serralta y Ramón Ferrandis Deusa, compran la finca situada en la zona de montaña llamada Mallà Fonda, dividiéndola en dos partes, el Pla de Baix y el Pla de Dalt, en ellas hoy se encuentran los corrales de Foquio y el de L’Obreret. Más que poder tener manada propia, estos corrales daban servicio a las manadas trashumantes que bajaban, desde Aragón y la Mancha, en busca de pastos de invierno, a cambio de poder disponer de los deshechos que se producía, y así estercolar los nuevos bancales de olivos.
Estos recintos disponían de dos zonas diferenciadas. Una relativa a la vivienda, formada por la cocina con su “Ilar” y que también serviría como habitación de pernoctación, habitada por la persona o personas que se encargaban de la manada y de trabajar las tierras adscritas en la finca, donde era omnipresente el olivo. Y una segunda para el resguardo de los animales, con una parte al aire libre o patio, y una zona con un soportal a una vertiente con el característico pesebre.
En algunos casos, como el corral de las Cabras, podemos ver la gran complejidad que logró la planta del edificio, con la detección de un sistema de captación de agua, a modo de varias tejas dispuestas a la inversa, que estaría vinculado con una cisterna hoy en día no conservada. Mientras que en otros corrales, como el de Foquio y el del Obreret, el agua lo obtenían construyendo las llamadas “codolles”, o pequeñas balsas trabajadas en la piedra madre, para recoger el agua de la lluvia, yendo, también, a recoger agua a las próximas fuentes de los Frarets y de la Zarza.
Entre todos los métodos de riego empleados para irrigar las tierras del término municipal de Xeresa destaca un por encima de todos los otros, por su carácter ancestral y de modificación constante por la mano del hombre: el conjunto hidráulico del Molino. Los trabajos científicos y de arqueología realizados en 2008, dieron a conocer toda una serie de infraestructuras hidráulicas que abrazan una larga trayectoria cronológica, desde, supuestamente, el periodo andalusí o musulmán hasta el siglo XX .
La realidad del periodo islámico seria aquello que se denomina en la documentación cristiana (año 1611) como Acequia Madre, es decir, una conducción, hecha de obra, del hilo de agua que nacía desde la Fuente del Molino, situada a escasos centenares de metros en el oeste del molino, la cual regaría las huertas situadas en el oeste del casco urbano. Esta acequia es, así pues, la causa de la situación, en aquella época, de la antigua alquería islámica de Xeresa.
La antigua Fuente del Molino fue canalizada, durante el periodo andalusí mediante dos canales que transcurrían de manera subterránea, a tipo de galería o “qanat” a cielo abierto, a modo de canal, transportando el agua para regar las huertas situadas en la zonal alta del pueblo en el Ravalet. El sistema hidráulico que se desarrolló en el siglo XV llevaba el agua desde el nacimiento hasta la balsa de acumulación situada junto hoy junto a la autopista AP7 y que servía para regar las tierras de las Huertas del Molino.
En el periodo moderno, entre los siglos XVII y XVIII, el sistema se remodeló en varias ocasiones para adecuarlo a las necesidades de la población y de riego de las tierras. El sistema se modificó 2 veces, una en 1877 y la última en 1914 que es el que actualmente sigue abasteciendo de agua a la población.